Todos los acampados nos montamos
en el bus llenos de alegría e ilusión con las maletas cargadas.
El
viaje se hizo un poco más largo de lo normal y cuando llegamos todos, tanto
monitores como compañeros nos recibieron con los brazos abiertos.
Cuando
ya estábamos todos reunidos los monitores nos contaron las normas y otras
tantas cosas que debíamos saber.
Nos
colocamos en las habitaciones y nos preparamos para el momento más esperado la
piscina.
Cuando
llegó el momento de descanso, preparamos las habitaciones, hablamos con
nuestros padres y nos conocimos un poco más.
A
la hora de cenar, fuimos al comedor y luego los monitores nos dijeron que la
velada era ¡en la playa! Así que fuimos allí e hicimos grupos para jugar.
A
las 24 h volvimos al albergue y nos acostamos. El primer día de campamento se
acabó.
Laura Merchán 13 años.
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